

Los compañeros que he tenido, en general, bien aunque como dice el refrán "En todos sitios cuecen habas". Unos mas simpáticos y otros no tanto, cada uno tiene su forma de ser y de enseñar. Y, sobre todo, que nadie nace enseñado y hay que tener paciencia que parece mentira que aun haya personas así.

He conseguido hablar mas inglés, que al principio lo dudaba, porque es lo que peor llevaba. Hacer entradas y salidas al fin y al cabo es por un ordenador pero, el reto verdadero, son los clientes.
Y aquí se despide una recepcionista que ha logrado sobrevivir a las practicas. Hasta pronto blogueros!!!
Fin de las "Aventuras y desventuras de una recepcionista en prácticas".
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